El yodo es un elemento químico no metálico que recibe su nombre de la palabra griega “iodes” (violeta) por el color de los humos que aparecen cuando se calienta. Se encuentra en la naturaleza en concentraciones muy bajas en el suelo y también en el agua de mar y algunas algas.
La mayor parte del yodo producido a nivel mundial proviene de los depósitos de Caliche en el norte de Chile y de las salmueras asociadas con los depósitos de petróleo y gas natural en Japón y Estados Unidos. Turkmenistán, Azerbaiyán y China son otros países que tambien producen yodo a escala comercial.
El yodo es fundamental para el óptimo desarrollo y crecimiento en la vida humana y en la vida de otros mamíferos, donde se vuelve clave para la producción de hormonas en la glándula tiroidal.